París bien vale....un paseo.

A finales del siglo XVI, Enrique III de Navarra quiso ser rey de Francia, pero había un obstáculo en su camino: era protestante en un país católico. La primera solución era la guerra. Sin éxito, optó por la opción más fácil: cambiar de fe.
Cuando el Papa lo corono como rey, él se justificaba ante sus amigos con esta frase. "Paris bien vale una misa" o lo que lo mismo, "Paris vaut bien une messe"

Estábamos de vacaciones en Mesland un pequeño pueblo en el Valle del Loira. En esas vacaciones visitamos muchos castillos y ciudades pero, aunque ya conocíamos Paris, la visita era casi obligada.
Nos separaban algo más de 200 km por autopista

El viaje hacia París no tuvo dificultades, el problema podría surgir a la entrada de la ciudad. Había leído que circular por el Bulevar Periférico, una autopista que rodea Paris, puede ser complicado, pero no fue así, era hora punta y con una circulación muy lenta llegamos al centro sin problemas.

Dejamos el coche en un parking muy cerca del Hôtel de Ville y comenzamos nuestro paseo. Eran las nueve de la mañana y teníamos por delante un largo día para disfrutar de París.

Llegamos al l´Hôtel de Ville sede del Ayuntamiento de París desde 1357 y después de admirar su fachada decorada con personajes destacados de la ciudad, nos dirigimos hacia Nôtre-Dame.

La Catedral de Nôtre Dame es una iglesia gótica dedicada a la Virgen Maria. Ha sido testigo de acontecimientos históricos muy importantes como la coronación de Napoleón, la Beatificación de Juana de Arco, la Revolución Francesa en la que fue convertida en Templo de la Razón y muchos de sus tesoros saqueados y la Segunda Guerra Mundial con la destrucción de numerosos vitrales.
Hoy ante nosotros aparece magnífica. Volver a contemplar su fachada, sus portadas, sus torres y en lo alto el rosetón central fue algo especial.

También conseguí ver en la Galería de las Quimeras a mi gárgola favorita: Stirga.
Dicen que con su mirada nos señala el lugar donde se esconde un tesoro, una leyenda Me encanta esa figura.

Nos dirigimos hacia el Centro Pompidou. Fue inaugurado en 1977 y es un edificio con un aspecto muy peculiar y hoy sede del museo de Arte Moderno de París..
Por fuera es posible ver los elementos funcionales del edificio como conductos y escaleras. Y los colores tienen su significado, el rojo se emplea diferenciar zonas de comunicación, como escaleras y ascensores, la climatización tiene asignado el color azul, el verde se emplea para las instalaciones de agua, el color amarillo es identificativo de la electricidad y el blanco señala las tomas y extracciones de aire. Curioso ¿No?
Seguimos camino..la Iglesia de San Eustache y una foto con la gran escultura de Henry Miller, una cabeza enorme con una gran mano que ayuda a agudizar el oído para oír mejor los latidos de París. Después de pasear por el Palais Royal, llegamos a la Opera Garnier.
En nuestra primera visita a París no la pudimos visitar por dentro. En esta ocasión era prioritaria su visita. Y como era de esperar, no nos defraudo en absoluto.
La fachada es impresionante pero por dentro la decoración es magnifica, la escalera de mármol, rodeada de balaustradas y esculturas, el escenario decorado en rojo y dorado con una inmensa araña de cristal que pesa seis toneladas, pero lo que más nos gustó fue Les Foyers espacios dedicados al paseo y descanso entre los entreactos.
La decoración es sublime, mosaicos, pinturas, dorados, grandes arañas de cristal.
¡Precioso!

Después y pasando por la Plaza Vendôme ,llena de lujosos escaparates de tiendas y joyerías muy distinguidas, a las que no entramos por supuesto, llegamos a la iglesia de la Madaleine.
Un templo católico que parece más un templo clásico romano.
Bajando por la rue Royal llegamos a la Plaza de la Concordia, un nombre para nada acorde a los usos de la plaza durante la Revolución Francesa.
En la Plaza de la Concordia se instaló la guillotina y rodaron más de 2500 cabezas, entre ellas la ilustre cabeza de María Antonieta.
Ahora en la plaza se encuentra un monumento con más de 3300 años de antigüedad,23 metros de altura y 227 toneladas de peso : el Obelisco y alrededor de él dos fuentes monumentales representando temas marinos.
Desde la Plaza se puede ver la famosa Avenida de los Champs Elysées y a ambos lados dos edificios casi iguales, la Asamblea Nacional y la Madaleine.

Desde la plaza entramos a los Jardines de las Tulerias donde sentados en un banco y rodeados por muchas palomas nos comimos nuestro bocadillo y descansamos un rato.
A mi se me ocurrió echar un trocito de pan a una paloma que estaba cerca y de pronto y sin darnos cuenta nos vimos rodeados de muchas palomas. Para mi hija no fue agradable la compañía pero yo compartí mi bocata con ellas, al fin y al cabo se llaman como yo ¿no?.
Después del descanso fotos en el Arco del Carrousel y en lo alto del arco una cuadriga escoltada por dos estatuas que simbolizan la Victoria y la Paz.
Fotos en el Museo del Louvre y como no en su famosa pirámide de cristal diseñada por Ieoh Ming Pei que le sirve como entrada desde 1989.
Paseando vimos desde la otra orilla del Sena el Museo D´Orsay. Una antigua estación de ferrocarril que amenazaba ruina y fue convertido en 1973 en museo. El D´Orsay recorre la historia del arte entre los maestros antiguos que podemos admirar en el Louvre y el arte contemporáneo del Pompidou..
Nuestro paseo continuó y llegamos al Grand-Palais y al Petit-Palais dos edificios construidos para la Exposición Universal de 1900 y que hoy sirven para albergar exposiciones.
Y llegamos al puente más bonito que cruza el Sena : El Puente de Alejandro III.
Es el puente más largo de la ciudad y fue en su día una de las primeras estructuras prefabricadas, ya que diferentes partes de su estructura fueron fundidas y forjadas y luego mediante una inmensa grúa colocada en su lugar.
Tiene una anchura de 40 metros y un solo arco de 109 metros que le permite salvar el Sena.
El puente está decorado con racimos de conchas y flora marina y a ambos lados Ninfas, en un lado representando a Francia y en otro a Rusia.
Además 32 candelabros de bronce en las barandilla le iluminan, siendo los candelabros de los extremos lo más decorados.
Por si no fuera suficiente adorno, cuatro columnas de 17 metros de alturas enmarcan sus esquinas, y en lo alto estatuas de Pegasos de bronce tirados por estatuas que representan La Francia de Carlomagno La Francia Contemporánea La Francia de Luis XIV y La Francia Renacentista.
Atravesando el puente llegamos a la gran explanada de Les Invalides y después de rodearla y ver detrás la Cúpula del Dôme ,donde esta la Tumba de Napoleón, nos encontramos con el monumento más emblemático de Paris : La Torre Eiffel.
Pero antes de llegar un descanso en los Jardines, en Parc du Champs de Mars

La Torre Eiffel fue construida para la Exposición de 1889 y después de la Exposición los parisinos mostraron su descontento con la torre lo que obligo al gobierno a dar la orden de demolerla. Una potente antena colocada por el ejército y su utilidad en la Segunda Guerra Mundial la salvaron de su destrucción.
Algunos datos de la Torre Eiffel:
Pesa alrededor de 10.000 Toneladas
Mide 324 metros de altura, aunque debido a la dilatación del metal puede crecer 8 cm más.
Para llegar a la última terraza habría que subir 1665 escalones, pero no os preocupéis hay ascensor.
Cada cinco años y para su mantenimiento se necesitan 50 toneladas de pintura.
Desde el mirador y si el día esta claro hay unas fantásticas vistas de París.
Y nuestro paseo continua desde la Torre y cruzando el río llegamos a los Jardines del Trocadero y al Palacio de Chailot. Desde las escalinatas la vista de la Torre Eiffel es preciosa y se pueden hacer fotos muy simpáticas.
Subiendo por la Avenida Marceau y pasando por la Embajada de España, llegamos al monumental Arc de Triomphe en la antes llamada Place de l´Etoile y hoy conocida por la Place de Charles de Gaulle.
Napoleón les dijo a sus soldados Volveréis a casa bajo arcos triunfales y mando construir este monumento.
A los pies del arco se encuentra la Tumba al Soldado Desconocido y una llama continuamente encendida les recuerda.
El Arco tiene una altura de 49 metros y una anchura de 45 metros. Cuatro Pilares decorados con estatuas al Triunfo, la Resistencia, La Paz y La Marsellesa lo decoran.
Desde el Arco y con la visión de la Avenida de los Champs-Elysées ,los franceses suelen llamarla la más hermosa avenida del mundo La plus belle avenue du monde
se terminó nuestro paseo por Paris.
Para recoger el coche en el parking decidimos tomar el metro.

Paris es una ciudad muy grande pero es fácil recorrerla a pie, dando un paseo, un paseo que nos duro casi 12 horas.

Lo que yo decía al principio París bien vale un paseo

Saludos de Escapadadefinde.