Cerca, unos destinos muy atrayentes: La Selva de Iratí, Las Foces de Lumbier y Abayun, la Pasarela de Holzarte, la Garganta de Kakkueta…. Pudimos disfrutar de un paisaje casi mágico, un precioso escenario iluminado de colores ocres y rojos mezclados con alguna pequeña mancha verde de árboles más perezosos.
Un otoño en sus primeros días.
DIA 1 : Foces de Lumbier y Arbayún.
Nuestro primer día de camino a Ochagavia, lo dedicamos a visitar y disfrutar uno de los paisajes más bonitos y conocidos de Navarra: Las Foces de Lumbier y Arbayún.La Foz de Lumbier es un pequeño desfiladero de poco más de dos kilómetros y medio Parte de su recorrido era el camino que seguía un tren maderero “El Iratí” el primer tren eléctrico de España, que comunicó Pamplona con Sangüesa entre 1911 y 1955.



En nuestro paseo por la Foz atravesamos dos pequeños túneles, uno recto de 167 metros y otros un poco en curva que por unos segundos es completamente oscuro de 206 metros.
No os preocupéis, la leyenda acaba bien. El diablo tuvo un error de cálculo en el tiempo y la criada no perdió su alma.
Leyendas aparte la Foz de Lumbier fue declarada Reserva Natural en 1987 y es una de las gargantas más espectaculares de Navarra, un paisaje labrado a lo largo de millones de años por la acción del río Iratí que merece la pena recorrer.
Nuestra siguiente parada fue en el Mirador de Iso. Desde allí pudimos disfrutar de una vista excepcional de la reina de las foces de la Comunidad Navarra : La Foz de Arbayún.
La Fozde Arbayún tiene una extensión de seis km. de longitud y unas impresionantes paredes de hasta 300 m de altura. Un precioso paisaje dibujado por el agua y el hielo durante miles de años.La vista desde el mirador es única, y en estos primeros días de otoño luce magnífica.

Llegando a Ochagavia empezó a llover y después de comer nuestros planes cambiaron….lo previsto era acercarnos a la Selva de Iratí y hacer una pequeña ruta hacía la Cascada del Cubo. La lluvia no cesaba y decidimos acercarnos al embalse de Irabia, otra zona preciosa de Iratí pero la niebla comenzó a bajar y no pudimos disfrutar del paisaje.Tenía la esperanza de encontrarme en nuestro paseo por Iratí al señor del bosque: Basajaun.
Cuenta la leyenda que es de elevada estatura, larga cabellera , fuerza prodigiosa y que supera en agilidad a los ciervos. Nos aconsejaron que si se cruzaba en nuestro camino nunca debíamos huir y siguiendo sus órdenes, el temido personaje se convertiría en nuestro guía protector durante nuestra visita al bosque.
Basajaun…..volveré y espero verte.De vuelta paseamos por Ochagavia. Los ríos Zatoya y Anduña le rodean y sus calles empedradas nos permitieron pasear y disfrutar de unas preciosas casas blasonadas y un precioso puente medieval. Rodeado de boques de hayas y pinos silvestres, es una de las localidades más pintorescas del Pirineo navarro.




A cuatro Km. de Ochagavia se encuentra la ermita de Nuestra Señora de Muskilda, donde cada 8 de Septiembre se celebra una interesante romería y un grupo de danzantes acompañados por “El Bobo” bailan antes de la procesión de la Virgen.


El paseo por Ochagavia , fue un buen final para nuestro primer día.