El final del viaje :La ciudad de Frías.
Sí es ciudad desde 1435 por disposición del rey Juan II.
La primera parada, antes incluso de llegar a la ciudad, es su puente sobre el río Ebro.Pasa por él la calzada romana,era una vía de comunicación muy importante para el comercio entre la Meseta y la costa Cantábrica durante el medievo.
Una curiosidad: la torre del puente era para controlar el paso y cobrar "pontazgo" un impuesto que permitía,entre otras cosas,costear las continuas reparaciones necesarias para mantener el puente en buen estado.
Son en total 143 metros y nuevos arcos.
Subimos hacia la ciudad.
De lejos en un extremo la iglesia de San Vicente en el otro su castillo.
Pasear por Frías es todo un lujo,callejuelas medievales con casas muy bien conservadas,la plaza del Ayuntamiento y al final el Castillo.
No os lo perdáis...Subir a la Torre del Homenaje y contemplar la ciudad es espectacular,la imagen de Frías desde arriba parece una postal.
Preciosa.
En su patio de armas aún quedan restos de sus dependencias como graneros,bodegas,o estancias de servicios.
En el patio en uno de sus ventanales hay un par de capiteles románicos,están protegidos por metalcrilato,supongo que para protegerlos,pero desgraciadamente no nos permiten disfrutar de ellos.!Que pena ! no puedo ni siquiera adivinar de que van......
Pasea por Frías y disfruta de las vistas desde su Castillo.
Saludos
Paloma R.
