"Planear un viaje es el principio de una gran aventura"

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sábado, 6 de marzo de 2010

Vuelta de Vacaciones: Parada en Córdoba

El regreso a casa después de nuestras vacaciones de verano podría ser algo especial. Una parada en Córdoba nos permitiría pasear por las callejuelas del Barrio de la Judería, visitar los Alcázares de los Reyes Cristianos, envolvernos en el misterio y la belleza de su Mezquita, recordad a figuras relevantes de su legado cultural como Seneca, Maimonides o Averroes……
Córdoba estaba dentro de nuestra ruta de vuelta de las vacaciones y su visita fue un estupendo punto final. Córdoba nos cautivó.
Nuestra visita comenzó traspasando una de las puertas de entrada a la ciudad, la Puerta de Almodóvar. Conocida en la época musulmana como la Bad al-Yawz junto a ella la escultura al filósofo y dramaturgo cordobés Séneca y una pequeña parte de las antiguas murallas.
Por la estrecha calle de Judíos llegamos a la Sinagoga, un edificio que puede pasar inadvertido, ya que nada en su fachada exterior nos indica su presencia. Esta Sinagoga no era la única que existía en Córdoba pero es, junto a la de Toledo de las pocas que se conservan. En las paredes yeserias mudéjares y tres balcones en una galería superior para las mujeres. Como única decoración, un candelabro de siete brazos o “Menorah” símbolo oficial del estado de Israel.
A unos pasos de la sinagoga y en una pequeña plaza, el monumento a Maimonides, un gran pensador y filósofo judío, nacido en Córdoba.
Seguimos nuestro paseo hasta los Alcázares de los Reyes Cristianos.
Entre sus muros se resume una parte muy importante de la historia de la ciudad. Durante la época musulmana fue Palacio Califal, a continuación residencia real de Fernando III el Santo, también fue cuartel de las tropas de los Reyes Católicos desde donde se organizó la conquista del reino de Granada, más tarde alojó al Tribunal de la Inquisición y tras su abolición por las Cortes de Cádiz en 1812, el edificio se convirtió en cárcel; posteriormente, sirvió para instalaciones militares hasta que en 1955 el edificio fue cedido al ayuntamiento de Córdoba.
Comenzamos nuestra visita por los jardines, antiguo huerto donde palmeras, cipreses, naranjos y limoneros hoy se alternan con fuentes y estanques y un pedestal, con las esculturas de Colon y los Reyes Católicos, nos recuerda las conversaciones que mantuvieron precisamente en alguna sala de este Alcázar.
El edificio del Alcázar esta protegido por varias torres que recorrimos por el paseo de ronda. La torre del Homenaje donde se proclamaban los reyes, la Torre del León, llamada así por la figura de una de sus gárgolas y la Torre de la Inquisición.
La Torre de la Paloma no pudo resistir el paso del tiempo y solo es posible recordarla por los grabados de la época.

Dentro del Alcázar es destacable el Salón de los Mosaicos, donde podemos admirar en sus paredes un conjunto de mosaicos encontrados en la plaza de la Corredera y que formaban parte de una mansión romana.

Las figuras de Polifemo y Galatea, el Cíclope y Medusa , Eros y Psique, la Máscara del Océano son sus protagonistas. Completando la decoración arcones y mesas del siglo XVI.
Pasando por el Arco del Triunfo llegamos, no sin ciertas dificultades, había obras de restauración, al Puente Romano, y lo encontramos revestido de una amalgama de color vainilla que ocultaba su piedra, con una barandilla también revestida, y con una iluminación y unas papeleras muy modernas nada acordes con la fisonomía y origen del puente. ¡De pena!
No soy experta para nada en restauración pero ver el puente así, fue una gran desilusión.
Caminando llegamos a la Calleja de las flores, que nos ofrece una imagen muy fotografiada de la torre de la mezquita en el marco de un típico patio cordobés.
Seguimos recorriendo la ciudad para acercamos a la Plaza del Potro llamada así porque coronando la fuente del centro de la plaza, hay una pequeña figura de un potro que levanta sus patas y sujeta el escudo de la ciudad. En la plaza existe todavía la Posada del Potro citada por Cervantes en El Quijote y se halla también allí el museo de Bellas Artes y el Museo de Julio Romero de Torres.
Nos decidimos a visitar el Museo de Julio Romero de Torres, porque era una excelente ocasión para conocer sus cuadros ya que no es fácil encontrar muestras de este pintor fuera de Córdoba.

Es un museo pequeño y en sus seis salas pudimos ver cuadros tan representativos como El Poema de Córdoba, la Virgen de los Faroles, Bendición, Carmen, Mujer de Córdoba….composiciones donde, la mujer andaluza, el cante y el flamenco son los protagonistas.
También en una de las vitrinas del museo se guardan la guitarra, la capa y el sombrero del pintor.
Nuestras últimas horas en Córdoba las dedicamos a visitar el monumento más emblemático de la ciudad: La Mezquita-Catedral
Su construcción comenzó en el siglo VIII por orden de Abd alRahman I cimentada sobre la planta de la catedral visigótica de San Vicente, le sucedido Abd alRahman II que amplió la mezquita hacia el sur y construyó un nuevo 'mihrab'. Posteriormente AlHakam II, cuya ampliación fue la mas espectacular, añadió al conjunto una hermosa cúpula y por ultimo la reforma de Almanzor incluyendo una ampliación al Patio de los Naranjos.
Cuatro gobernantes Omeyas que nos dejaron una muestra sorprendente de su cultura y de su arte.
Pero aquí no acaba su historia…A principios del siglo XII fue convertida en catedral y se añadieron muchas capillas y otros símbolos de culto católico.

En el siglo XIII fue convertida en Catedral.
Y fue durante el reinado de los Reyes Católicos cuando se autoriza la “Capilla Mayor” y aunque la oposición del cabildo Municipal y de los cordobeses fue contundente, en 1523 y por mandato de Carlos I se inicia la gran reforma que intercalaría un templo católico entre la construcción de Abd alRahman II y parte de Almanzor .
La reforma se termino en 1766.
Contemplar hoy este grandioso y magnifico monumento es un privilegio, por eso nuestra visita a la Mezquita fue tranquila y con detenimiento, haciendo muchas fotos y recreándonos en cada arcada, columna o capilla.
No fue posible visitar el famoso “Cristo de los Faroles” la plaza de la Corredera o un lugar muy recomendable en la afueras de Córdoba: Medina Azahara.
Después de esta visita rápida pero intensa a la ciudad cordobesa, emprendimos nuestro regreso a Madrid, con un agradable sentimiento de haber aprovechado maravillosamente el viaje de vuelta a casa .

Otoño Mágico : Navarra.


DIA 3. Valle de Roncal, Sangüesa y Olite.

Comenzamos nuestro último día en Navarra recorriendo uno de sus magníficos valles, el Valle de Roncal.
Desde Ochagavía nos dirigimos a Isaba y de esta localidad Navarra os cuento lo que mi “amiga” la Wikipedia me ha dicho sobre una tradición que aún hoy pervive en el valle: El Tributo de las tres vacas.
“Los representantes de Roncal - con atuendo tradicional, sombrero roncalés, capote negro, valona y calzón corto - y los de Baretous - con traje de domingo y con la banda tricolor francesa cruzada al pecho - se reúnen en torno al mojón 262, que sustituye a la desaparecida "Piedra de San Martín" en 1858, cada cual en su territorio, en el fronterizo collado de Ernaz a 1.721 m de altura
El alcalde de Isaba, presidente del acto, pregunta por tres veces a los baretoneses si están dispuestos, como en años anteriores, a pagar el tributo de las tres vacas de dos años, del mismo pelaje y cornaje, y sin tacha ni lesión alguna. Los preguntados responden que sí en tres ocasiones.
Seguidamente uno de los alcaldes baretoneses coloca la mano derecha sobre la piedra o mojón y poniendo la suya encima un roncalés y así se van alternando los demás representantes. El último en posar la suya es el alcalde de Isaba, que pronuncia las palabras:
Pax avant, pax avant, pax avant
Paz en adelante

Al que responden con las mismas palabras los del valle vecino. Acto seguido se procede al reconocimiento de las vacas por el veterinario de Isaba, que una vez declaradas sanas y buenas, se repartirán dos para la villa de Isaba y la otra cada año va rotando por los pueblos de Urzainqi, Uztárroz y Garde. A continuación el regidor de Isaba entrega el correspondiente recibo y se procede al nombramiento anual de cuatro guardas para la custodia de las facerías de Ernaz y Leja, a los que se les toma juramento. Después pide a los que tengan algo que alegar que den un paso al frente y lo hagan.
El acta es formalizada por el secretario que certifica y firman los representantes, primero los de Roncal seguidos por los de Baretous. También firman como testigos algunas personalidades asistentes. Posteriormente los roncaleses ofrecen un banquete a sus vecinos con carnero asado como plato fuerte.”
En la actualidad, tras la ceremonia las vacas vuelven a su territorio y se da el equivalente a su valor monetario del mercado

Una historia curiosa que no quería dejar de contaros.

Nuestra siguiente parada fue en Roncal. Aquí nació uno de los cantantes de ópera más grandes de la historia de la música: Julián Gayarre. Su amigo Mariano Benlliure le dedicó uno de los más bellos mausoleos.
Como los monumentos funerarios no son nuestra debilidad, preferimos recorrer sus calles, enamorarnos de una preciosa casa que estaba en venta y comprar un delicioso queso de Roncal, un riquísimo queso navarro.
Seguimos viaje por la ribera del Esca hasta Burgui.
Un pueblo cuyo nombre tiene todas de los pueblos del valle del Roncal - Bidankoze (nombre vasco de Vidángoz), Urzainqui, Roncal, Garde, Uztárron e Isaba.En Burgui a primeros de Mayo se celebra la Fiesta de la Almadía.
Veréis…..Transportar los troncos de madera desde los bosques a las serrerias, era un trabajo difícil y por ello se construían balsas de troncos atados con trenzas vegetales de avellano y se usaban los ríos como carreteras. Era un trabajo duro y muchos almadieros morían por el frío o por golpes de agua de los ríos.
En el sencillo Museo de la Almadía de Burgui se rinde homenaje a los almadieros navarros.
Salimos de Burgui con una imagen de postal, su precioso puente romano rodeado de preciosos colores de otoño.
Un incomparable marco.

El recorrido hasta Sangüesa lo hicimos bordeando el embalse de Yesa. La primera vez que le vimos hace algunos años, el apelativo de “Mar de los Pirineos” le hacia justicia.
Y ahora una joya del románico, la iglesia de Santa María la Real de Sangüesa.
El templo se comenzó a construir en el siglo XII y se terminó en el XIV en un estilo de transición del románico al gótico, de ahí su torre octogonal rematada por una maciza pirámide y decorada con ventanales góticos.
Santa Maria la Real tiene una tiene una bellísima portada románica donde, centrada en el Juicio final y con escenas del Nuevo y Viejo Testamento, no faltan figuras de animales monstruosos, leyendas, oficios de la sociedad medieval….
Una maravilla de la que no me cansé de hacer fotos buscando un guerrero nórdico dando muerte a un dragón, a dos luchadores enfrentados, a un herrero forjando o a dos animales devorando los pechos de una muchacha…..

Nuestra última y después de comer fue Olite y su Palacio Real.

Para visitar el Palacio hay una visita guiada que además de recorrer estancias, galerías jardines y patios nos muestra una de las más importante iglesias góticas de Navarra: Santa María la Real de Olite.
Adosada al Palacio Real, esta magnífica iglesia fue utilizada por los monarcas navarros para las grandes festividades y los actos solemnes.
Su fachada está profusamente decorada y en el tímpano podemos ver a una Virgen sedente con el Niño y diversas escenas de la vida de Jesús: la Anunciación, el Nacimiento de Cristo, la Degollación de los Inocentes, la Huída a Egipto, la Presentación en el Templo y el Bautismo de Cristo.
Del Palacio Real solo comentaros que los artífices de su construcción fueron el rey Carlos III "el Noble" y su esposa Doña Leonor y fue uno de los palacios más esplendidos de Europa en su época.



Después de muchos avatares, hoy es el emblema más representativo del viejo Reino de Navarra.
Desde Olite regresamos a Madrid. Nuestro viaje se acaba pero volvimos a casa con un regalo muy especial: Un Otoño Mágico en Navarra.