El tercer día de esta escapada lo dedicamos a visitar tres pueblos pintorescos y quizás poco conocidos del occidente asturiano :Tineo, Salas y Tuña.
Tineo esta en una ladera y desde sus miradores tiene unas vistas fantásticas.
Comenzamos la visita desde la plaza del Ayuntamiento, vimos en sus calles fachadas con blasones y escudos, la iglesia Parroquial, el Hospital de Peregrinos y el Palacio de los Garcia de Tineo y Maldonado con una original y descentrada fachada.
De vuelta al coche paramos en una panadería para comprar el pan para nuestros bocatas y además de eso nos llamó la atención unos panes grandes, como hogazas rellenos con chorizo y tocino de la tierra. Allí lo llaman Pan Vaqueiro, yo añadiria ¡bocado divino!Seguimos camino hasta el pueblo de Salas.
Después de un pequeño recorrido por el pueblo visitando la Colegiata de Santa María, el Palacio de Valdés y la Torre Defensiva nos acercamos a ver la Cascada de Nonaya ,un paseo agradable a través de un frondoso bosque de castaños.
A nuestros pies, el río Nonaya pasando a través de alisos, fresnos y eucaliptos.
Comimos nuestro "bocata" cerca de la cascada y de vuelta al pueblo compramos un postre típico del pueblo: Los "Carajillos del Profesor" un postre hecho a base de avellanas, azúcar y clara de huevo que está ¡Buenísimo!El último destino del día era Tuña, un pequeño pueblo nombrado en el 2000 "Pueblo ejemplar"
Todos los años cuando el Príncipe de Asturias entrega en Oviedo los Premios "Príncipe de Asturias" visita también un pueblo que ha sido galardonado con el premio de "Pueblo Ejemplar".El Principe entrego ese premio en el año 2000 a Tuña.
Tuña es un pueblo pequeño y muy cuidado, con un puente medieval en las afueras y un par de casonas y palacios. También fue cuna de ilustres personajes como el Conde de Campomanes y el comandante Riego, un militar y político que proclamó la primera Constitución Española allá por 1812.Ese día se conmemoraba su nacimiento, así que había una pequeña concentración de republicanos.....Nosotros a lo nuestro.De regreso a casa y antes de llegar a Cangas, paramos para visitar el Monasterio de Corias, fundado por los Benedictinos en el siglo XI. Se le conoce también como el "Escorial de Asturias" debido a su parecido con el Monasterio de El Escorial de Madrid. No pudimos visitar el monasterio que estaba siendo reformado para ser Parador de Turismo ,pero si la iglesia .
Tiene la iglesia un retablo mayor de estilo barroco y que data del siglo XVII de unas dimensiones impresionantes, pero lo mejor es, sin duda, la pequeña capilla dedicada al Cristo de la Cantonada, románico del siglo XII.
La tradición cuenta que dándose una cabezada en la calavera que tiene el Cristo a sus pies desaparece de forma eficaz y de inmediato el mal genio. Si lo visitáis no os olvidéis de dar una cabezada en la calavera......el buen humor está asegurado.
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