Día 2: Lago di Como
El día de nuestra llegada a Milán y en
Tan solo treinta minutos bastan para cambiar el ajetreo de una ciudad como Milán por el paisaje relajante del Lago de Como.
Deciros que el Lago de Como, tiene una superficie de 146 Km2. y es el tercer lago más grande de Italia y de los pre-alpes. Tiene una profundidad de
Las ciudades más importantes son: Como, monumental y principal productora de seda a nivel mundial, y Lecco, ciudad industrial. La ciudad de Como fue hogar de los “Maestri Comacini”, una cofradía de albañiles-arquitectos-escultores que divulgaron el estilo lombardo por toda Italia y Europa.
Nuestra visita a Como comenzó en
Desde la plaza de Brunate es posible acceder en un agradable paseo hasta un excelente mirador: El Faro Voltiano y desde allí pudimos disfrutar aún más de unas espectaculares vistas. Eso si, después de subir los 143 escalones de la escalera de caracol del faro.
Mereció la pena.
Bajando de nuevo con el funicular nos dedicamos a visitar la ciudad. La catedral o Duomo, comenzada a finales del siglo XIV con una majestuosa fachada gótica y una decoración renacentista coronada con una cúpula de estilo rococó, diseñada por Filippo Juvara.
Adosado a la fachada está el “Broletto” (ayuntamiento) construido en el siglo XIII, con soportales en la planta baja y hermosas ventanas triples en la planta superior. Su fachada está construida con mármol lombardo en tres colores diferentes: blanco ,gris y rosa.
Paseando por las pintorescas calles de Como nos encontramos con la iglesia de San Fedele, iglesia de estilo románico lombardo construida en el siglo XII con un ábside decorado con bonitos bajorrelieves y la basílica de Sant´Abbondio, una obra importante de la arquitectura lombarda con unas pinturas del siglo XI en el interior.
Después de la comida, en una terraza de la plaza Cavour, frente al Duomo, paseamos por el parque que bordea el lago y donde es posible sentarse y contemplar unas preciosas vistas de la ciudad y ver un edificio circular en memoria a Alejandro Volta muy cerca de su orilla, el “Tempio Volando”
La imagen del Lago desde un banco en los jardines que le rodean fue una forma estupenda de terminar nuestra visita a Como.
Un tren a última hora de la tarde nos trasladó de nuevo a Milán.
1 comentario:
Qué suerte, yo también quiero ver el lago de Como...
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