Día 1: Soria – La Rioja
Y como no nos gusta “perder el tiempo”a las 7:30 de la mañana ya estábamos en marcha y nuestra primera parada la hicimos en Burgo de Osma.
Hay muchas cosas que ver en el Burgo de Osma pero contaros mientras paseamos que el origen de la ciudad fueron varios asentamientos que dieron lugar a “Uxama” una ciudad arévaca y posteriormente romana.
Hoy es una ciudad declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico Artístico.
Antes de llegar a la catedral pasamos por la Plaza Mayor donde se encuentra el Hospital de San Agustín, hoy centro cultural y frente a él, el Ayuntamiento.
Seguimos paseando bajo soportales castellanos y nos detenemos ante el Palacio Episcopal con una interesante portada, no muy ostentosa aunque si muy curiosa. La puerta está enmarcada por un alfiz de origen musulmán. Es la residencia del prelado Oxomense.
Llegamos a una original plaza de forma irregular con una pequeña fuente donde se encuentra la catedral de Burgo de Osma.
De la originaria catedral románica poco queda, ya que fue demolida para construir la gótica actual. Las obras comenzaron en 1232 aunque la ampliación más importante data del siglo XVIII, donde se construyeron la Sacristía Mayor, la Capilla de Palafox y la Girola.
En la catedral es de especial importancia el retablo de Juan de Juni, la escalinata renacentista y algunas tallas en sus capillas, sobre todo la escultura románica del Santo Cristo del Milagro.
Y detrás de la catedral, las murallas, realmente los restos de ellas. Fueron construidas por el obispo Pedro de Montoya en el XV. La única puerta que se conserva es la de San Miguel y allí nos hicimos una foto.
Hacía frío en el Burgo…desayunamos y seguimos viaje. En poco más de 20 km llegamos a Calatañazor, uno de los pueblos más visitados y con más encanto de Soría.
Una empinada calle empedrada, casas con paredes a veces desplomadas por el tiempo, tejados de tejas con una especiales chimeneas de forma cónica nos llevan a la pequeña plaza del pueblo, en ella el típico rollo o picota emblema de muchos pueblos, un lugar donde se ajusticiaba, y junto a él la “Piedra del Abanico” un fósil de más de once millones de años.
Si continuamos nuestra visita llegamos a las ruinas del castillo. Desde él se puede contemplar, además de unas tumbas antropomorfas de origen celtibero y que fueron usadas por los visigodos, el Valle de la Sangre.
Y cuenta la leyenda….
Que su nombre vendría dado por el color que tomó la tierra tras la cruenta batalla entre cristianos y moros y donde Al-mansur, el invencible o Almanzor para los cristianos “perdió el tambor” o lo que es lo mismo fue derrotado.
Volvemos hacia el coche con un especial sabor de boca, todo en Calatañazor tiene el mismo carácter, calles, paredes, tejados, balcones…. nada desentona. Es un pueblo realmente bonito.
Seguimos viaje… y nuestra próxima parada es en otro lugar emblemático de Soria. La Laguna Negra.
Este increíble paraje es el resultado de la acción del hielo durante las glaciaciones del cuaternario, sus paredes graníticas le confieren ese enigmático color y podría ser también el origen de fascinantes leyendas….
Cuentan que…..
Un mozo llamado Alvargonzález heredó de sus padres ricas tierras. Teniendo casa, ganado y huerta, tomó por esposa una linda moza de tierras del Burgo. Vivieron felices y tres hijos tuvieron. La envidia armó pelea en el hogar de Alvargonzález.
Casáronse los dos mayores y el buen padre tuvo nueras que sólo pensaban en la herencia que les cabría tras la muerte de Alvargonzález. Una mañana salió sólo el buen padre y decidió descansar bajo un olmo. Se fue quedando dormido y soñó que sus hijos vendrían a matarle y al abrir los ojos vio que era cierto lo que soñaba. Mala muerte dieron al buen labrador: Un hachazo en el cuello y cuatro puñaladas en el pecho.
Al padre muerto le arrastran hasta la Laguna Negra, que no tiene fondo, y allí lo arrojan con una piedra atada a los pies. Nadie osó acusar a los hijos del crimen.
Leyendas…
Subiendo hacia la Laguna comenzó a llover y el agua dio paso a la nieve en segundos, los 2000 metros de altitud de la Laguna eran motivo suficiente para que la nieve hiciera acto de presencia… Había leído que con nieve la vista de la laguna era realmente impresionante. Y lo pudimos confirmar “in situ”.
Aún teniendo la laguna una imagen realmente espectacular, parecía que alguna ninfa de las que hablan las leyendas y que habitan bajo sus aguas estaba frenéticamente enfadada y casi no pudimos disfrutarla. La nieve caía con tanta intensidad que las fotos eran casi imposibles y el viento era tan frío que la visita fue corta, demasiado corta.
Laguna Negra, volveremos y espero que nos recibas con más simpatía.
Cobijados en el coche retomamos camino. Si la nieve de la Laguna nos sorprendió, también nos acompaño en nuestra subida al puerto de Santa Inés. Teníamos cadenas, el puerto no era peligroso, y aunque seguía nevando continuamos camino. Eso si, en ocasiones, con el corazón un poco encogido…
Y para relajarnos nada mejor que una parada en el monasterio de Nuestra Señora de Valvanera en un paraje realmente bonito y con colores de otoño, como debe ser….
El monasterio está enclavado en un valle con abundantes fuentes y arroyos, de ahí su nombre “Vallis venaria” que quiere decir Valle de las venas de agua y acoge a la patrona de La Rioja, la Virgen de Valvanera.
Y siento ser repetitiva pero….
Cuenta la leyenda…..que un ladrón llamado Nuño se conmueve ante los rezos del labriego que iba a ser su victima y arrepentido se encomienda a la virgen para que le ayude a cambiar su vida. Un día, rezando Nuño, se le apareció un ángel que le pidió que fuera a Valvanera, que buscase un roble que sobresaliese de los demás, de cuyo pie brotase una fuente y dentro del cual hubiese varios enjambres. ''Allí encontrarás una Imagen de la Virgen María... es su voluntad que sea conocida y venerada para provecho espiritual de los fieles.'' Nuño con la ayuda del clérigo Domingo encuentra la Sagrada Imagen y ambos comienzan a edificar con máxima sencillez lo que sería el primer lugar de culto a la Virgen en Valvanera, allá por el siglo XIII.
En el altar mayor de la iglesia se encuentra la talla románica de la Virgen de Valvanera.
Y en ella una curiosidad, la Virgen sostiene en sus brazos a un Niño cuyos pies giran en sentido opuesto al rostro, dicen que el Niño se gira en busca de los hombres extraviados por el pecado….
Después de disfrutar de un precioso paisaje otoñal llegamos a Nájera.
Comimos en un mesón un poco escondido del que había oído hablar en los foros.
El Buen Yantar y comimos muy bien. Un lugar sin aspavientos, sencillo y con buena relación calidad-precio. No hay carta, pero la oferta de primeros y segundo es muy, muy larga. Cuando comienzan a decírtela enseguida te olvidas del principio. Así que…recordar y cuando haya algo que os guste…!No os despistéis!
El menú vale 13 euritos y para los peregrinos cuatro euritos menos. Aconsejable.
Después de la comida con el acompañamiento de un buen vino de la zona, como debe ser, visitamos el Monasterio de Santa María la Real de Nájera.
La visita comienza por el claustro al que accedemos a través de una puerta con un gran escudo policromado, en el techo una gran cúpula con baquetones y la fecha del comienzo de la construcción: 1594.
Recorriendo el Claustro podemos ver numerosas tumbas de familias riojanas, navarras y vascas de los siglos XVI al VXIII. Si os fijáis numerosas esculturas adosadas a la pared aparecen sin cabeza, durante la Guerra de la Independencia el monasterio fue utilizado como cuartel y la barbarie decapito numerosas esculturas. También os llamará la atención las tracerías caladas de los arcos del claustro, son todas diferentes y parecen bordadas.
Al acceder a la iglesia nos encontramos con un retablo muy ostentoso realizado en 1690. En él, las figuras de la campana, las azucenas y la lámpara, elementos que podemos ver igualmente cuando visitemos la cueva.
Veréis…
Cuenta la leyenda que en año 1044 don García sale a cazar y lanza su halcón sobre una perdiz, ambos animales se meten dentro de una cueva y al seguirlos encuentra la imagen de la Virgen, una campana, una lámpara y un jarrón con azucenas. El rey muy marcado por este hallazgo y después de conquistar Calahorra decide en honor a la Virgen construir un albergue para peregrinos y un monasterio.
Cuando visitemos la cueva dentro de la iglesia veremos, además de los elementos mencionados una talla gótica del siglo XIII y que es llamada la Virgen de la Rosa.
Otra visita importante dentro de la iglesia es la del panteón Real y el Panteón de Infantes y en él la tumba, mejor dicho la tapa de la tumba de la reina Blanca de Navarra.
Blanca de Navarra era esposa de Sancho el Deseado y a los 18 años murió de lo que entonces se denominaba “sobreparto”En la tapa se describe la muerte de Blanca de Navarra y como su alma es elevada a los cielos por dos Ángeles, el dolor del rey y escenas de la matanza de los Inocentes.
Y después de ver la sillería del Coro de finales de XV con respaldo y misericordias con motivos religiosos y profanos y un último recorrido por su claustrodamos por terminada nuestra visita al monasterio.
Con un breve paseo y cruzando el Najerilla, llegamos al coche para llegar a nuestro último destino del día, nuestro apartamento en Ezcaray.Un primer día muy intenso ¿No?
Mañana más….
